Alcudia es una de las ciudades más encantadoras de Mallorca, una ciudad que ofrece una combinación perfecta entre historia, cultura y belleza natural. Esta localidad, ubicada al noreste de la isla, destaca por su casco antiguo, sus impresionantes murallas medievales y su cercanía a algunas de las playas más espectaculares de la zona.
Además de su patrimonio histórico, Alcudia ofrece una gran variedad de actividades al aire libre para hacer, permitiendo relajarse en la playa de Alcudia o explorar las ruinas de Pollentia, el mayor yacimiento romano de Mallorca. La ciudad es también un destino accesible, con infraestructuras adaptadas para visitantes con movilidad reducida, lo que la convierte en una opción perfecta para todo tipo de viajeros. En este artículo, exploraremos varios de los lugares imprescindibles que ver en Alcudia, como su casco antiguo y sus maravillas arqueológicas y naturales.
Casco antiguo de Alcudia – Un viaje al pasado
El casco antiguo de Alcudia es uno de los mejor conservados de Mallorca y un verdadero tesoro para los amantes de la historia. Este lugar, rodeado por impresionantes murallas medievales, transporta a los visitantes a épocas pasadas con sus calles adoquinadas, sus edificios de piedra y sus plazas tradicionales. Recorrer el casco histórico de Alcudia permite descubrir numerosos detalles arquitectónicos, como portales góticos, casas señoriales y pequeñas iglesias de gran valor histórico.
Uno de los puntos más destacados del casco antiguo es la muralla de Alcudia, que ofrece la posibilidad de moverse sobre sus antiguas fortificaciones y disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores. Esta estructura, construida en el siglo XIV, fue clave en la defensa de Alcudia frente a ataques piratas y de otros enemigos. Hoy en día, sus torres y baluartes permiten a los visitantes imaginar cómo era la vida en la ciudad fortificada hace siglos.
El centro de Alcudia también es famoso por su mercado tradicional, que se celebra los martes y domingos. En este mercado, los visitantes pueden encontrar productos locales, artesanías y gastronomía típica de Mallorca. Además, la accesibilidad en el casco antiguo ha mejorado con el tiempo, con calles adaptadas y accesos a la mayoría de los puntos de interés, lo que facilita la visita para personas con movilidad reducida.
Playa de Alcudia – Un paraíso accesible
La playa de Alcudia, situada a pocos minutos del casco antiguo, es una de las más populares y accesibles de Mallorca. Esta playa cuenta con más de siete kilómetros de arena fina y aguas cristalinas, siendo el lugar perfecto para relajarse, practicar deportes acuáticos o simplemente disfrutar de un paseo junto al mar. Su infraestructura adaptada la convierte en una de las playas más cómodas para visitantes con movilidad reducida.
La playa cuenta con pasarelas de acceso hasta la orilla, sillas anfibias para bañistas con dificultades de movilidad y socorristas capacitados para asistir a quienes lo necesiten. Además, hay zonas de sombra adaptadas, duchas accesibles y aparcamiento reservado en las inmediaciones. Todo esto la convierte en una opción adecuada para quienes buscan disfrutar del mar sin preocuparse por barreras arquitectónicas.
A lo largo del paseo marítimo, se encuentran numerosos bares, restaurantes y tiendas, muchos de los cuales han implementado accesos sin escalones y terrazas amplias. De esta forma, la oferta gastronómica de la zona es variada y apta para todos los gustos.
Ruinas de Pollentia – El legado romano de Mallorca
Para los amantes de la historia, las ruinas de Pollentia son una parada obligatoria en Alcudia. Este yacimiento arqueológico, ubicado a pocos minutos del casco antiguo, es el vestigio más importante de la época romana en Mallorca. Fundada en el siglo II a.C., Pollentia fue la capital romana de la isla y aún conserva restos bien preservados de su antiguo esplendor.
El recorrido por el sitio arqueológico permite admirar estructuras como el foro romano, que funcionaba como el centro de la vida política y comercial de la ciudad. También destaca el teatro romano, uno de los pocos que se conservan en las islas Baleares, con gradas excavadas en la roca y una capacidad para unos 2.000 espectadores. Este espacio sigue utilizándose ocasionalmente para eventos culturales, ofreciendo una experiencia única en un entorno histórico.
Junto a las ruinas, se encuentra el museo monográfico de Pollentia, donde los visitantes pueden ver piezas originales encontradas en las excavaciones, como cerámicas, esculturas y monedas de la época. Aunque el terreno del yacimiento es irregular en algunas zonas, se han implementado caminos accesibles para facilitar la visita a personas con movilidad reducida.